En el laboratorio de los cuentos, un lugar mágico situado en algún punto entre un bosque de baobabs africanos y el pais de nunca jamás de Peter Pan y las cascadas del fin del mundo de los mares del Sur, los experimentos realizados hasta la fecha han dado un claro resultado: los cuentos se pueden cantar y las canciones se pueden contar. En este montaje, de la mano de dos músicos y medio y dos cuentacuentos lo demostramos.